viernes, 6 de noviembre de 2020

IV.- Carlos Augusto Salaverry, EL FINAL

En octubre de 1883 se firmaba el tratado de Paz de Ancón. De allí emergía un Perú sangran­te y adolorido. Una especie de Ecce Hamo. Todo estaba destruido y no se sabía por dónde empe­zar los conceptos de soberanía territorial ya no eran válidos después de la tremendas mutilacio­nes sufridas. Era una república yacente al decir de don Jorge Basadre.

¿Fue acaso ese panorama de desastre superior a lo que podía soportar un alma sensi­ble como la de Salaverry y por eso desertó?

¿O es que esperaba encontrar en la ciencia de la vieja Europa la forma de curar los males orgánicos que ya se le insinuaban?

Sea lo que fuere, en diciembre de 1883, se despedía solitariamente de los pocos amigos que tenía y desde el Callao emprendía el largo viaje que iba a ser sin retorno. Acababa de cumplir solo 53 años, pero era ya un viejo

En 1884 reverdece el amor en su vida cuan­do en el otoño de su existencia hacía su apari­ción en su ya minado organismo. Se casa con la mujer amada y empieza una feliz luna de miel recorriendo varios países de Europa. Era como el Canto del Cisne, pues estando en Alemania suspende en forma repentina el viaje, porque el insidioso mal se le presenta con fuerza. Retorna a la ciudad que tanto quiere París y allí se confina llevando una vida de invalidez hasta su muerte. Desde entonces todos sus versos son premonitorios y giran en torno a la muerte

Tienes poeta un porvenir escrito
la gloria nace al pie de la tumba
y el aura de la muerte es infinito
No! ... no detengas la orgullosa planta,
como el arroyo entre malezas, canta.

O también es la parte final de la composición titulada "Mi Poema"

¡Tú eres un sueño!... y cuando yo sucumba
bajo el peso mortal de mi poema
escrito en mi alma bajará a la tumba!

No se conoce que Carlos Augusto haya vuelto a Piura alguna vez en su vida a visitar sus familiares, a pesar de la posibilidad de tener derecho a una herencia.

Tampoco en sus versos en forma alguna se refiere a la tierra natal, que bien pudo ser una gran fuente de inspiración como lo es actual­mente para las nuevas generaciones de poetas.

Cuando cantó a la gloria de Grau lo hacía bajo la forma de un dialogo en ningún momento explota la idea de que era su paisano.

Todo lo anteriormente expuesto muestra una forma muy especial de ser, del gran poeta ro­mántico.

En la revista de literatura Artes y Ciencia llamada "Ilustraciones Americanas" N° 21 de fecha 1 de mayo de 1891, aparece en la portada, llenándola totalmente, un retrato de Carlos Au­gusto Salaverry su biografía, escrita por uno de los poetas románticos de esa época Teobaldo Elías Corpancho, con fecha de 23 de abril, narrando la forma cómo Carlos Augusto se inició por los caminos de la poesía. El biógrafo da a conocer un poema hecho por Salaverry a la mujer llamada María a la que considera su verdadera madre. Por lo tanto, no es para el poeta Vicenta Ramírez su madre, que después de todo renunció a ese derecho y a esa obliga­ción, ni tampoco Juana Pérez la madrastra viuda del general Felipe Santiago Salaverry sino una desconocida María, que posiblemente pertene­cía al entorno de la familia del extinto militar.

Los restos de Salaverry en dirección 
al cementerio "San José" de Sullana

Decía Elías Corpancho al terminar su biografía que Carlos Augusto yacía enfermo del cuerpo y del alma esperando como Bécquer el sueño de la tumba para ser querido y honrado por su patria.

Muy lejos estaba Corpancho de imaginar, que Carlos Augusto había muerto el 9 de abril de ese año.

Por esos días, intensas lluvias inundaban el departamento de Piura haciendo desbordar ríos y quebradas. El día 7 el río de Piura había arrastrado un gran caudal y destruido el puente construido con el legado del pintor Ignacio Meri­no. El F.C. de Paita a Sullana quedó cortado y la quebrada irrumpió por los suburbios de la capi­tal distrital que por entonces era Sullana, conocido hoy como “canal vía”, con la misma furia que lo hiciera más tarde en 1925 y 1983. En Lancones, ubicado en la cordillera de Amotape y la Brea que servía de contención a nubes cargadas de agua, las lluvias eran particularmente intensas.

En 1964 era alcalde de Sullana elegido por voto popular don Gustavo Moya Espinoza y uno de los diputados por el departamento de Piura el don Luis Carnero Checa se coordinaron gestiones para lograr la repatriación de los restos del poeta, siendo el primer trabajo ubicarlos en París.

Se supo que estaba enterrado en el cemen­terio Du Pere Lachaíse, uno de los tantos exis­tentes en pleno centro de la ciudad Luz, pero que iba a ser arrasado pera abrir calles y avenidas sobre él de tal manera que los restos no reclama­dos iban a parar en un osario común. El mencionado camposanto se encontraba flanqueado por las avenidas Felipe Augusto y Gambetta.

Por el mencionado año cada diputado de nuestro parlamento disponía de una suma para que libremente invirtiera en favor de su pueblo. Se llamaba inicia­tivas parlamentarias.

El diputado Carnero Checa que era piurano de nacimiento, pero sullanero de corazón, dispu­so que con sus iniciativas parlamentarias se construyera un mausoleo de mármol a la entra­da del cementerio de Sullana, que fue obra del escultor Agurto. Para el pueblo de Lancones se adquirió un busto, que ahora se encuentra en el nuevo Lancones.

En Francia la representación diplomática pe­ruana tomó mucho interés y las autoridades de ese país proporcionaron toda clase de facilidades primero, para la exhumación de los restos y luego, para el traslado. Sobre esto último se dio el siguiente documento, en París que traducimos.

República Francesa
Prefectura de Policía
Dirección de Higiene y de Seguridad Pública Oficina de Higiene
Paris 30 de junio de 1964
N° 2296

El Prefecto de Policía invita a las autoridades civiles y a los agentes de la Fuerza Pública a dejar pasar libremente el cuerpo del Señor Carlos Augusto Salaverry.

Fallecido el 9 de abril de 1891 Llevado de París - Francia a Lima - Perú para ser inhumado.

Por el prefecto de Policía
El director de la Higiene y Seguridad Pública
En el documento hay una observación más que dice:

Justifica esta autorización al señor Comisario Oficial, que deberá de trasmitir inmedia­tamente a la Prefectura de policía el proceso verbal del pase.

El documento tiene dos sellos de la prefectura de Policia de Paris.

Hay una anotación al margen con fecha 10 de julio de 1964 que parece ser un cargo firmado por un funcionario de la embajada peruana, Rey de Castro, por la exhumación del cadáver.

Este documento y otros fueron obsequiados por el diputado Carnero Checa al alcalde Gustavo Moya con otros que a su vez prestó al Sr. Guiller­mo Cardó para preparar el libro "Así es Sullana" .

Los restos de Salaverry llegaron al Perú en una urna y de Lima fueron transportados en avión militar y en elegante féretro a Piura desde donde en larga caravana de vehículos se le tributaron honras fúnebres en la municipalidad de Sullana. Podríamos resumir la vida del poeta como un paréntesis que se abre en Sullana al nacer y que se cierra también en Sullana como lugar defini­tivo de su tumba. En medio de esos dos paréntesis transcurrió la vida atormentada trashuman­te y fecunda del poeta.

Enlaces

 

1891 – 9 de abril – 1991
Centenario del fallecimiento del poeta
CARLOS AUGUSTO SALAVERRY RAMÍREZ




Escrito de Reynaldo Moya Espinoza 
publicado en la guía provincial de Sullana,
editada en julio de 1991,
bajo la dirección de la profesora Ena Ognio de Silva